jueves, 28 de febrero de 2008

Sobredosis de realidad


Domingo..... 21 hrs. recurrimos preocupados a la posta de Valparaíso , mi hermano sufre de intensos dolores lumbares atribuíbles a los desagaradables cálculos....... de mi tarde apacible y

dormilona del domingo, caigo en el mundo real....... decenas de rostros sin vida esperan con tedio su turno, nadie se incorpora, a nadie parece importarle mucho lo que pasa alrededor...... ni siquiera el funcionario que nos atiende que, sin mirar siquiera por sobre su computador, sólo se remite a darnos hora y turno........Luego viene la lucha por conseguir un asiento en ese sombrío y lúgubre lugar, con la pintura gastada y ese olor tan particular a material quirúrgico, a sangre y a sudor...... nadie hace ademán de cederle el asiento a mi hermano que sufre como animal .... optamos por sentarnos en la vereda, mientras a nuestro alrededor pasan hombres esposados, escoltados por carabineros, acuchillados, un curadito que le llegó un feroz golpe en la cara y que la tiene desfigurada, una mujer que llora sin consuelo de la mano de una pequeña niña, carabineros, otra vez.... lo increíble es que nadie se inmuta, una realidad demasiado cotidiana tal vez

Esperamos más de dos horas que lo atiendan, mientras al igual que el resto de esta silenciosa y desperanzada sala de espera, nos evadimos mirando un televisor donde gente rubia, delgada y con muchas lucas explican todos los mimos y cuidados que les proporcionan a sus perros, trajes de tutú, baños, peluquerías y premios, en un mundo de utilería y ridiculez que contrasta con la noche que ya llega en una sala de hospital una tarde de domingo

domingo, 17 de febrero de 2008

Tiempo de acopio


Escuché esta frase no sé dónde, creo que en una carta de Roberto Bolaño, mientras escribía de día y de noche cuidaba un modesto camping allá en Barcelona, aún no sospechaba la fama, la envidia y las editoriales.

Me quedé pensando en esa idea: y de inmediato recordé algo que tiene que ver con mi infancia y que inconscientemente repito cada año ad infinitum.....: amo el sol como nadie, ... lo busco febrilmente durante todo el verano.... me lleno de pecas y marcas, pero lo busco cual lagartija sedienta de calorcito , amo el olor de la piel tostada y bronceada....me recargo de buenas vibraciones .....pongo mis almohadas y sabanas al sol para recordar cada noche su olor.

Entonces recordé un cuentecillo infantil en que un duende solía tomar sol por las tardes de otoño y ponía muchos frascos al sol, éstos se llenaban de fosforescente calor para luego en la época de las lluvias y el frío, disfrutar de tan precavida acción.

Y entonces caigo en la cuenta que acopio sol para el invierno , pero no sólo eso: también recuerdos, buenas experiencias , sensaciones y olores.

Así mi acopio de este año está mezclado de tardes de sol, de piscina, de albahaca, de romero,
de risas infantiles, de playa, de lecturas y siestas..... claro que también tengo recuerdos
de tristeza tras la muerte de Claudino y de reencuentro, con una amiga con quien nos habíamos alejado sin saber bien por qué y ahora nos hemos vuelto a mirar a los ojos y recordar cuanto de ella me marcó y cambió el rumbo de mi vida: su gusto por la cocina, su visión mágica del mundo, sus aromas y sus historias de Brasil , sus viajes, su sentido fantasioso de vivir la vida y de reconstruir la realidad , obviando un poco la fealdad diaria y los aburridos quehaceres cotidianos armando una historia increíble para cada cual ...... me gusta adherirme a su sombra suave y positiva, a sus risas e historias......

En este tiempo de acopio intento no desconectarme de mi hija que salió al mundo a buscar aventuras y hoy se ha instalado en Borg Argental un pueblito medieval francés, siento una proyección de mí misma cuando, joven aún, también quise largarme al mundo, un anhelo que sigue intacto en mí y de vez en cuando viene a inquietar mi sueño......






(Borg Argental, France)