viernes, 16 de abril de 2010

Una madame bovary posmoderna


Madame Bovary se adormece de a poco.... ha pasado muchas noches endemoniadas, respirando a borbotones en la oscuridad, ocultando la llamarada de los ojos.... paseándose por su casa silenciosa y apacible.... afuera aúllan los perros, la neblina cae sobre los estanques y las ranas croan sin cesar..... Madame Bovary está harta de sufrir persiguiendo fantasmas, hasta ahora nadie ha dado la talla que ella espera, nadie está dispuesto a cumplir el papel de loco, impetuoso e irreverente amante; ha creído dar con el sujeto, pero ha errado.... no una, varias veces. Los galanes huyen despavoridos de su incombustible afán, de su vehemencia aguerrida y fantasiosa....., al fin y al cabo, tienen que pagar los gastos de cada mes, la cuenta corriente y más de alguna pensión alimenticia.

Madame Bovary inventa formas de huir de todos y de sí misma, se embarca rumbo a las islas solitarias, se sumerge en aguas mineralizadas y luego practica la cocina gourmet como la mejor de las dueñas de casa ; así, de a poco, adormece sus pasiones y su piel se torna menos amenazante, la noche avanza y el sueño la envía a una nueva fantasía......