lunes, 13 de julio de 2009

Casi en serio




Entre las sábanas colorinches da lo mismo el enredo, un brazo, un dedo, un cuello. Él busca la confusión en medio de la oscuridad y las risas.... Está oscuro afuera, casi es peligroso mirar más allá de la cerca....adentro las siluetas se confunden con los espejos, las alfombras rojas...y la música de radio AM.

Se supone que debía ser un encuentro apasionado... ambos lo saben muy bien, por algo ella estuvo toda la tarde escogiendo su mejor lencería y él se perfumó más de la cuenta.... se supone que de un momento a otro, las buenas maneras pasarán a suspiros, latidos y prisa. Pero el momento se detiene en las palabras, en la historia de las abuelas, en los almuerzos familiares y en las anécdotas. Por más que lo intente sus caricias sólo generan cosquillas y mucho alboroto, no era ésto exactamente lo que habían planificado... sin embargo la pasión llega pronto y es una lluvia de música y calor que no logran aplacar.


miércoles, 1 de julio de 2009

Una noche, en un bar





El absolut de arándano huele a bosque salvaje y hielo.... ella traga de a poco cada sorbo e intenta respirar calmadamente, no es aconsejable que él se dé cuenta del temblor de sus manos que pasan del frío al calor caprichosamente. La conversación fluye sin restricciones, desde todos los flancos... los hijos, las decepciones, esa palabra que nadie quiere utilizar, pero que es la única que sirve para esta ocasión: la soledad. No importa: afuera llueve sin tregua, pero en el bar que eligieron deliberadamente para encontrarse, donde nadie los juzgará ni interrumpirá, las luces blancas y rojas forman una cálida atmósfera ideal para este encuentro. Los demás se ríen, coquetean, se embriagan, ella sólo intenta no delatar su temblor y su incredulidad. Es divertido escuchar sus historias de infancia en medio de los cerros, los amigos y el remo. El absolut se termina y tintinea el hielo en el fondo del vaso. El también ya terminó su whisky, el alcohol sube rápido por su sangre y le nubla la lucidez, ahora sólo importa el lento avance de sus caricias por su mano, su clara mirada sobre su piel, y el seguro avance hacia su boca ávida de la suya. Afuera sigue lloviendo y ya todo el mundo partió raudo a otros boliches a bailar, ellos siguen ahí mirándose absortos e incrédulos ante lo que comienza a suceder .....