jueves, 28 de febrero de 2008

Sobredosis de realidad


Domingo..... 21 hrs. recurrimos preocupados a la posta de Valparaíso , mi hermano sufre de intensos dolores lumbares atribuíbles a los desagaradables cálculos....... de mi tarde apacible y

dormilona del domingo, caigo en el mundo real....... decenas de rostros sin vida esperan con tedio su turno, nadie se incorpora, a nadie parece importarle mucho lo que pasa alrededor...... ni siquiera el funcionario que nos atiende que, sin mirar siquiera por sobre su computador, sólo se remite a darnos hora y turno........Luego viene la lucha por conseguir un asiento en ese sombrío y lúgubre lugar, con la pintura gastada y ese olor tan particular a material quirúrgico, a sangre y a sudor...... nadie hace ademán de cederle el asiento a mi hermano que sufre como animal .... optamos por sentarnos en la vereda, mientras a nuestro alrededor pasan hombres esposados, escoltados por carabineros, acuchillados, un curadito que le llegó un feroz golpe en la cara y que la tiene desfigurada, una mujer que llora sin consuelo de la mano de una pequeña niña, carabineros, otra vez.... lo increíble es que nadie se inmuta, una realidad demasiado cotidiana tal vez

Esperamos más de dos horas que lo atiendan, mientras al igual que el resto de esta silenciosa y desperanzada sala de espera, nos evadimos mirando un televisor donde gente rubia, delgada y con muchas lucas explican todos los mimos y cuidados que les proporcionan a sus perros, trajes de tutú, baños, peluquerías y premios, en un mundo de utilería y ridiculez que contrasta con la noche que ya llega en una sala de hospital una tarde de domingo

3 comentarios:

ALEC dijo...

Es asombroso pero la desidia es un mal que se ha ido instalando en nuestra sociedad como un germen tan nefasto como imparable. Lógico, tú que eres pura sensibilidad no puedes creerlo. Aunque igual siempre he pensado que esto, que también me pasa a mi, es contradictorio porque algo muy parecido es lo que ocurre en el ejercicio de esta profesión que nos supone preparados para presenciar las atrocidades más horrendas sin olvidar que estamos trabajando ("reporteando") y que debemos escoger los mejores planos, las mejores fotos, recopilar la mayor cantidad de datos, testimoios... y ojalá sea todo bien impactante para ganarle a la competencia. ¿Un accidente? ¿Un asesino de niños? ¿Un violador? ¿Un desastre natural? Muertos, accidentados, desfigurados, gente que sufre lo inimagibale, otros que se revuelcan en la miseria y la pobreza, otros más que deben soportar las opresiones más humillantes...
¿Desidia? En ningún caso. Pero créeme que a veces comprendo la cara de palo de los pacos o de los enfermeros, los médicos, auxiliares y tantos otros que deben "trabajar" con el dolor humano. Siempre me he preguntado cómo hacen todos ellos para continuar su vida como si nada al final del turno.

eduardo dijo...

Intentando poner una gota de esperanza en este blog, no haciéndome cargo de la justa percepción de la tragedia, es más... pasando sobre ella como si ni la hubiese leido, utilizándola de peldaño para subir y mirar más allá del dolor, te voy a gritar: tenemos un buen proyecto entremanos para este otoño invierno, la paz nos apoya y convocara a otros para el tema. necesito un argumentario para ir convenciendo e ilustrando a los buenos opinadores... hay muchas cosas por hacer.. hay muchas cosas que sólo pueden hacerse desde el empoderamiento. Así puede hacer que todo el mundo mueva su culo, para que transforme el mundo como tu lo ves... no como lo ven ellos. besos. y manos a la obra.

Tristancio dijo...

Qué hacer ante el dolor de los demás... dolerte, o ponerte un campo magnético que te aisle de la realidad. Sin embargo, el dolor sigue existiendo, aunque no lo veamos, aunque nos neguemos a salir de casa. Y mira, a veces, me gustaría que la realidad (la triste...) no me importara, pero llego a la esquina donde tomo la micro para salir al mundo y el mundo entra en mí sin misericordia.

Un abrazo real.-